El desarrollo de una vacuna contra el COVID-19 es, sin ninguna duda, la noticia más esperada por todos. En este momento, varias farmacéuticas alrededor del mundo se encuentran realizando pruebas y todos esperamos que no demoren mucho en hacerla realidad.

La distribución segura de las vacunas del COVID-19 será la misión más importante para la industria global de carga en lo que va de siglo. Estas vacunas en específico necesitan ser manejadas y transportadas bajo estrictos parámetros de temperaturas controladas, que mantengan una adecuada cadena de frío y además debe hacerse con la rapidez necesaria a fin de garantizar su calidad.

Esta situación va a demandar la disponibilidad de instalaciones y equipamientos con temperatura controlada, la disponibilidad de profesionales entrenados para tratar con material muy delicado, así como recursos de vigilancia para garantizar la integridad de las vacunas. Incluso algunas de las cámaras para conservar estas ampolletas de vidrio diminutas requerirán tener temperaturas tan bajas como las de un invierno intenso.

Algunos especialistas dicen que las primeras cargas necesitarán ser transportadas en condiciones atípicas para una vacuna, unos -20 ºC o incluso -80 ºC. Este requisito representa un enorme desafío, ya que la temperatura acostumbrada de almacenamiento para las vacunas ronda entre los 2 y los 8 ºC. De igual forma, los vehículos de transporte también deberán contar con cajas aisladas con hielo seco (dióxido de carbono congelado), capaces de mantener este clima por hasta 96 horas, de modo tal que se garantice que las dosis no se vean comprometidas.

Será todo un reto. En muchos casos, las vacunas deberán ser trasladadas de un continente a otro, además de pasar por varios centros de distribución antes de llegar a los hospitales.

De acuerdo con la Organización Mundial para la Salud (OMS), actualmente hay cerca de 170 vacunas en desarrollo, con 30 de ellas en la fase de pruebas clínicas. No todas necesitan ser almacenadas a -80 ºC; las menos frágiles podrían mantener su eficacia incluso con temperaturas más altas. Debido a esta heterogeneidad, el reto logístico será aún mayor.

La concientización de la importancia de los procesos logísticos ante la crisis generada por el coronavirus tiene como objetivo no solo generar una gestión eficaz en la cadena de distribución, sino también garantizar que la unión de las fuerzas pueda minimizar los impactos negativos para todos ante este escenario inédito.

Ante la pandemia, muchas empresas de logística se encuentran aportando y sumándose a los esfuerzos en distintas partes del mundo, para distribuir grandes volúmenes de equipos de protección personal, como mascarillas, guantes y alcohol; además de kits de pruebas de coronavirus y equipamientos para unidades de terapia intensiva.

Clover Venezuela forma parte de estas empresas que ya han venido trabajando en la logística de estas cargas, incluyendo embarques de ayuda humanitaria durante esta pandemia que nos afecta a todos. Nos encontramos movilizados para ayudar a mitigar el impacto de la propagación del COVID-19 entre las personas más vulnerables. Con estas acciones, tenemos un papel decisivo para superar la crisis, siempre bajo los principios de solidaridad, compromiso y planificación.