El conjunto de estrategias diseñadas para agilizar los procesos de producción, distribución y consumo de bienes a nivel local y global, se complejiza con creces, cuando se vislumbra la llegada de la temporada navideña, la cual como es de entenderse, expresa a nivel de oferta y demanda una mayor actividad, ya que, en el imaginario de los consumidores estará la idea de satisfacer un sinnúmero de peticiones que deberá suplir nada más y nada menos, Santa Claus, quien estará preparado para repartir regalos por todos los hogares del mundo.    

Se trata de una época del año, que expresa la multiplicación de las formas de consumo y la gran mayoría de los consumidores requieren que sus productos lleguen con la mayor celeridad posible, esperando incluso, hasta el último momento para realizar sus compras. A contracorriente de las expectativas trazadas por el lado de la oferta, la capacidad puede verse reducida, afectándose notablemente el estatus de los despachos y el abastecimiento. Las crecientes compras online que afectan la entrega de productos, las exigencias de transporte gratuito por quienes suscriben esta modalidad de compras, la utilización del transporte tercerizado por parte de aquellas cadenas de negocios o retail que deben ajustarse a la creciente demanda y, la ardua competencia que surge entre aquellas empresas que trabajan en función de ofrecer mejores alternativas a nivel de despacho y entregas, traducen una realidad que impone la necesidad de crear nuevas estrategias, si se desea aumentar excedentes.

Antes que nada, en este período hay que encarar la dinámica de la relación compra-venta, sobre todo porque como ya se sabe, todo ocurre en un contexto en el que pudieran surgir diversas inconsistencias, relacionadas con el fenómeno de compras compulsivas, (deseo incontrolable de comprar) el cual lleva al aumento de la demanda de productos y pedidos. Atendiendo a esta realidad y en vista de la aparición de problemas logísticos asociados a retrasos e ineficiencias desde el punto de vista operativo, se debe gestionar con rapidez, agilizando la preparación de pedidos en función de un volumen que sin dudas será superior al habitual.

Aunque el aumento de la probabilidad de equivocaciones, producto de la intensidad del volumen de actividad, es moneda corriente en esta coyuntura, deben ser evitadas al mínimo para propender al mantenimiento de los niveles de eficiencia, disminuyendo costos operativos y logísticos, y por supuesto, lo más importante, persistiendo en la plena satisfacción de la clientela. Es bueno saber que, así como existe un aumento a nivel de pedidos, puede surgir a la par, un aumento en el número de devoluciones, por consiguiente, debe hacerse uso de lo que algunos expertos denominan “la logística inversa”, orientada a la inversión de recursos en el aumento de las horas de personal y en el incremento de los costos relacionados con la disposición de espacios extras para la ejecución de actividades sobrevenidas.       

¿Cuál tendría que ser la hoja de ruta de las empresas en esta temporada?  Veamos algunos puntos de interés:

●       Orientar las inversiones en procedimientos que ayuden a simplificar los procesos productivos y de distribución, intentando que los mismos sean rápidos, flexibles y seguros.

●       Llevar a cabo, por parte de un personal capacitado, procesos de análisis e investigación, relacionados con las fluctuaciones de la demanda, es decir, comprender aquellas coyunturas que determinan el alza o la baja, de cara al interés que se despierta sobre determinados productos.

●       Iniciar pronósticos que ayuden a anticipar modalidades de consumo, para luego tomar decisiones sobre precios, planes de inversión, crecimiento y todo lo concerniente al estatus y potencialidad del mercado.  

●       Comprender a fondo que el uso de la tecnología (Redes de ordenadores, GPS, Big Data, LoT, Impresión 3D) es una herramienta fundamental, para asegurar un nivel de ventas ajustado al estatus de competitividad que signa la temporada.

Como se puede observar, los 4 puntos anteriormente descritos, reflejan el interés empresarial por realizar constantes esfuerzos, en virtud de incrementar el nivel de ventas en la temporada navideña. La innovación y actualización de la llamada tienda online, resulta vital, ya que complementa el trabajo que suele hacerse a nivel de redes sociales, sacando el máximo provecho a través de la internet. Se trata de comprender a fondo, el lugar que ocupa la actividad comercial basada en la compra y venta de servicios mediante el comercio electrónico, (E-Commerce) lo que permite el auge de los nuevos modelos de negocios que tienen como finalidad, crear una innovadora visión logística enfocada en la generación de un universo de tiendas online.

Aunque la llegada de la temporada decembrina, traduce un aumento significativo en los niveles de oferta y demanda, la actividad logística no puede delimitarse a vender por vender; debe, no perder de vista, el interés respecto al aumento de la competitividad, la minimización de errores, el aumento de los niveles de calidad y la disminución de los gastos; elementos que son fundamentales en una economía de gran actividad y que apunta en todo momento a incrementar los niveles de innovación tecnológica.     

Así es la logística de Santa Claus cada navidad

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