Mudarse: una oportunidad para comenzar de nuevo
Una casa puede ser el lugar de una familia por muchos años. En sus cuartos y pasillos vamos acumulando recuerdos, historias entrañables. Bajo su techo aprendimos a sentirnos seguros. Sin embargo, cualquiera sea el motivo, a veces llega la hora de mudarse: de buscar un nuevo lugar para continuar nuestro camino.
Mudarse, de casa u oficina, hace bien para el alma y para la mente. No importa cuál lugar nos espere, sea en el exterior o en otra urbanización dentro de la misma ciudad el simple acto de mudarnos causará profundos cambios. Debemos estar preparados.
En un principio la idea de recomenzar la vida en un ambiente completamente nuevo puede parecer amenazante, pero también es una forma de abrirnos a nuevas personas, de encontrarnos con diferentes visiones del mundo, hasta de que pasen a ser parte de nuestro día a día.
Así que lo mejor que podemos hacer es disfrutar el cambio. Podríamos aprovechar este momento para poner nuestros propósitos en orden, revisar lo que deseamos, pensar en aquellas cosas que ya no nos son necesarias y de las cuales no podíamos librarnos. ¿Por qué cargar con aquella silla rota que no vamos a reparar, ese monitor obsoleto desde hace 15 años, la ropa que no usamos y ni siquiera recordamos de dónde salió?
No encontrarás mejor momento para renovarte y recomenzar.
Al final, mudarse es también prepararse para recorrer nuevas trayectoria, acumular experiencias y conocer nuevos ambientes y personas. Es una oportunidad para abandonar nuestra zona de confort y explorar destinos hasta entonces desconocidos.
Recomenzar en el sentido de tomar nuevas rutinas y hábitos, como ir a un gimnasio ahora que estamos cerca, caminar hasta algún parque cada tarde, o aprovechar que los espacios de la nueva casa aún no se encuentran asignados y tomar un cuarto como taller o sala de juegos.
En fin, mudarse propicia un verdadero recomienzo, nos permite dejar atrás lo que no resultó y soñar un futuro, con esperanza, repleto de historias para vivir y memorias para crear.
Prepárate para entrar en contacto con un nuevo mundo, mantente abierto a las nuevas experiencias y las personas que entraran en tu vida, incluso aquellas con las que apenas tendrás un trato cordial.
Mudarse hace bien, sobre todo cuando decidimos “resetear” nuestra vida, eso sí, manteniendo el optimismo, la confianza y la tranquilidad.