La cadena de frío en el mundo pospandemia
Después de siete meses, todavía parece incierto lo que nos espera en 2021 tras la pandemia y todos los intentos por desacelerar la propagación del virus.
A pesar del impacto causado por el cierre prolongado de fábricas y comercios, las cadenas de suministros continúan trabajando para garantizar el abastecimiento y el suministro de productos indispensables como los alimentos.
Debido a su sensibilidad al frío, el calor, la humedad y la luz, muchos alimentos necesitan seguir un riguroso protocolo de almacenamiento y transporte llamado cadena de frío.
Dicha cadena va desde el productor hasta el consumidor, y abarca todo el proceso de manipulación, conservación, almacenaje, transporte, distribución y venta. Es un segmento importantísimo de la industria, aunque muchas veces lo damos por contado. La ruptura de la cadena de frío podría afectar no solo la conservación de alimentos, sino también poner en riesgo la salud.
Las empresas especializadas en este tipo de cargas se encuentran abocadas a mejorar y ofrecer los equipos y logística adecuados para que estos productos tan delicados lleguen a su destino sin alteración.
Sin embargo, el nuevo coronavirus no sólo ha tenido un impacto en las cadenas de frío, sino también en todas las cadenas de suministros y modos de transporte en general.
Muchos países crearon barreras de entrada que forzaron el retorno de cargas al punto de origen, generando costos adicionales. Por lo que las empresas de logística se han visto obligadas a incorporar planes de contingencia para lidiar con estos coletazos de la pandemia.
Si algo nos han enseñado estos siete meses es que en 2021 el mundo requerirá comunicarse y desempeñar el comercio de forma distinta. El teletrabajo y los entornos digitales se han afianzado en nuestro día a día; parece imposible que haya una vuelta atrás.
La barrera de las reuniones presenciales fue demolida de un solo golpe y el comercio electrónico saldrá fortalecido debido al aislamiento de la gente que compran por internet incluso los productos más básicos, los cuales esperan recibir en la puerta de su casa.
Con la pandemia también se ha recalcado lo esenciales que son el transporte de carga y la logística, y cómo pueden verse mejorados más adelante. Como se trata de un sector totalmente vinculado a las novedades, tecnología y sistema de gestión, esta crisis le presenta una oportunidad de continuar trabajando y renovándose.
En 2021 tendremos que amoldarnos a un mundo que llegó adelantado, con un ritmo más veloz, con necesidad de más seguridad; un mundo que demandará más entusiasmo y compromiso con cuestiones sustentables.
La seguridad digital de datos y el cumplimiento normativo serán cada vez más discutidos y estarán más presentes en la vida de las organizaciones y de la gente. Por lo que las empresas deben verse preparadas para mantener sus niveles de servicio y sus objetivos financieros, tomando decisiones respaldadas por una buena logística, con datos, y no por decisiones reactivas que pueden traer grandes costos.
El futuro pospandemia involucra tecnología, resiliencia y agilidad para la toma de decisiones.
El coronavirus ha puesto a prueba a cada empresa e individuo en su capacidad de ejecución, comunicación y especialmente en la adaptabilidad. Por ejemplo, la cadena de suministro tendrá que verse más volcada a la velocidad de adaptación y flexibilidad.
No solo la cadena de frío, básica para el transporte de alimentos, se tornará vital. Después de la turbulencia generada por el covid-19, la cadena de suministro debe volverse una herramienta digital y estratégica capaz de analizar diferentes escenarios futuros para prevenir cualquier calamidad.