Las nuevas tendencias en embarcaciones
Antes de aproximarnos al mundo del transporte marítimo, es fundamental comprender que los barcos suponen una obra de ingeniería esencial para la economía planetaria. Su devenir, con el paso de los siglos, ha ido perfeccionándose al punto de evolucionar sorprendentemente para beneficio de las actividades logísticas, relacionadas con el transporte de pasajeros, de mercancías o para fines estrictamente bélicos.
Desde las primeras construcciones de embarcaciones de vela o de remo, realizadas en la Antigüedad por parte de Grecia y Egipto (Siglo VI,III y II) pasando por las construcciones del siglo XVII bajo ingenio de ingleses y franceses, las cuales llegaron a innovar con las conocidas fragatas y corbetas, usadas en numerosos enfrentamientos militares, o en aquellas naves de menor tamaño: bergantines y goletas, para transporte de mercancías, sobre todo para labores asociadas a la producción pesquera, se llega hasta los avances de los barcos de vapor, desarrollados en el siglo XIX, cuyos mentores de nuevo son los ingleses.
A finales del siglo XIX, los alemanes avanzaron en lo que se denominó el motor de explosión, (motores de combustión interna) y más recientemente, específicamente en las últimas décadas del siglo XX en los Estados Unidos, se dieron importantes innovaciones con respecto al motor atómico, para la agilización de labores de barcos mercantes, constituyendo un legado de obras de suma importancia en lo que a avances de embarcaciones se refiere. Este último elemento, relacionado con la creación de motores impulsados por energía atómica o nuclear, tiene como aspecto trascendental que, la embarcación tiene la capacidad de estar navegando durante dos años sin necesitar el reabastecimiento de combustible, lo que contrasta con los 40 días de capacidad que pudiera tener una embarcación propulsada por motores Diesel.
Es harto conocido que el transporte marítimo es un medio menos costoso y de capacidad significativamente mayor que el transporte terrestre o aéreo. Aunque es menos rápido, las empresas ahorran ingentes cantidades de dinero en su empleo. Sin embargo; es muy importante que la logística empresarial determine con precisión qué tipo de embarcación es la más adecuada para cumplir a cabalidad con los objetivos estratégicos previamente trazados. De igual manera, saber que en los últimos 40 años ha habido mejoras substanciales en los tipos y tamaños de embarcaciones, permite aumentar la gama de posibilidades y opciones para satisfacer las necesidades de envío o recepción de insumos, materia prima o productos elaborados.
Ejemplificando, se pueden mencionar los tipos de buques más importantes en un escenario en el que se pretenda lograr mayor efectividad:
Buques de contenedores: Encargados de transportar contenedores de tamaño estándar y en puertos especialmente equipados. Se trata de embarcaciones que pueden navegar a grandes velocidades (aproximadamente 21 nudos).
Buques cargueros: A diferencia de los ya mencionados, viajan a una velocidad menor de aproximadamente 13 nudos. Se trata de embarcaciones diseñadas para transportar lo que se denomina, “carga seca”: azúcar, fertilizantes, granos, carbón, minerales, etc. Para este tipo de buques, se han construido puertos muy específicos con el equipo y personal adecuado para proceder a las labores de descarga.
Buques de carga general y sobredimensionada: Se trata de embarcaciones que pueden transportar cargas que exceden en peso y medidas las capacidades de un equipo estándar (piezas prefabricadas para la industria aeronáutica, sector construcción, vehículos, tractores o maquinarias industriales, rieles, grúas, entre otras). Como la carga es transportada fuera de los contenedores, se requiere cumplir con normativas y reglamentaciones específicas.
Buques refrigerados o de temperatura controlada: Como su nombre lo indica, se trata de embarcaciones que tienen la capacidad de transportar mercancías que deben permanecer a bajas temperaturas: pescado, carnes o algunos licores.
Buques multiuso: Una innovación que se ha hecho muy popular ya que cuenta con la capacidad de transportar diferentes tipos de productos. Con la modalidad de transporte multiuso, las empresas no tienen que cancelar montos extras mediante el uso de embarcaciones especializadas.
Delimitándonos al uso de buques portacontenedores, en la actualidad podemos apreciar diferentes tipos. Como se sabe, han sido diseñados para transportar contenedores o containers, facilitando los procesos de distribución de mercancías en la actual economía globalizada. Veamos algunos de ellos:
Buque Ever Ace: Aunque se trata de una embarcación ensamblada en Corea del Sur, su propietaria es la empresa taiwanesa, Evergreen Marine. Desde julio del año pasado (2021) se posicionó como el mayor buque portacontenedores del mundo, poseyendo 399,9 metros de largo y 61,5 metros de ancho.
HMM Agleciras: El segundo portacontenedor más grande del mundo y creado también en Corea del Sur por parte de Daewoo Shipbuilding y Marine Engineering. Sus medidas son 61,0 metros de ancho y 399, 9 metros de largo (similar al Ever Ace). Se trata en esencia, de una embarcación con un motor de avanzada que permite reducir emisiones de carbono, aumentando plenamente su eficiencia energética.
HMM Oslo: Con una anchura de 61,5 metros y una longitud de 399,9 metros, se trata de un buque que hizo su primer viaje en 2020 desde Corea del Sur hasta el Reino Unido, pasando por varios puertos en China, en Singapur y Rotterdant, Países Bajos.
MSC Gulsün: El mayor buque portacontenedores hasta el año 2019; (399,9 metros de largo y 61,5 de ancho) igualmente producido en Corea del Sur, por parte de la empresa, Samsung Heavy Industries, pero su sistema de carga fue diseñado por la empresa finlandesa MacGregor International AB. Se trata básicamente de una embarcación muy eficiente para almacenar carga y para reducir la emisión de carbono mundial a largo plazo.
MSC Mina: Fundamentalmente empleado para transportar carga congelada o refrigerada: alimentos, bebidas, productos farmacéuticos, perecederos, entre otros, es propiedad de la empresa italiana, Mediterranean Shipping Company y fue construido en Corea del Sur por parte de Daewoo Shipbuilding, Marine Engineering y Samsung Heavy Technologies. Tiene la capacidad de transportar 2000 contenedores frigoríficos.
CMA CGM Jacques Saadé: Se le conoce como el mayor contenedor a nivel mundial que funciona con gas natural licuado (GNL). Su capacidad de almacenamiento es de 18.600 metros cúbicos, lo que permite cumplir con un viaje ida y vuelta desde el norte de Europa hasta el sudeste asiático. La China es la responsable de su fabricación, específicamente la State Shipbuilding Corporation de Shanghai y su propietario es la compañía francesa que transporta contenedores: CMA CGM Group.
Más recientemente, específicamente el pasado 16 de abril del año en curso, el Cosco Shipping Nebula, debutó escalando en el terminal Iberian del puerto de Valencia (España). Se le conoce como el mayor portacontenedores que hasta la fecha ha operado en un puerto del mencionado país y fue construido en los astilleros de Jiangnan, (Shanghai) poseyendo una longitud desde la proa a la popa de 400 metros.
Conocer que los nuevos proyectos de embarcaciones, se enfocan en la implementación de un tipo de combustible capaz de no emitir gases de efecto invernadero, como es el caso de los buques de nueva generación Grimaldi Green 5Th Generation, los cuales emplean baterías de litio, o el diseño de buques noruegos “With Orca” cero emisiones, es muy importante, ya que dichas innovaciones se ajustan a los Acuerdos de París, estudiando la posibilidad de disminuir el total de emisiones anuales de Co2 en un 50% con vista al año 2050. En el mismo sentido, es bueno saber que la tecnología naval a futuro, debe centrarse en la producción, abastecimiento y recarga de combustible a base de hidrógeno, amoníaco, metanol, etanol, biogás licuado, baterías eléctricas y eólicas, las cuales se vienen desarrollando en Europa y Asia, investigándose en ello, nuevas modalidades de embarcaciones, sean de mayor o menor tamaño.
Para concluir, la elección del buque adecuado en el marco de las estrategias que se deben seguir para proceder a los envíos de mercancías, es materia indispensable en el diseño de una logística integral. Dicha elección, comprendiendo la diversidad de los mismos, permitirá concretar no solo la mejor ruta de envío, sino el medio de transporte adecuado para conservar y optimizar el estatus de los bienes que se desean trasladar hacia otros destinos.